Resumen del artículo

  • El fraude electrónico se ha convertido en una de las principales amenazas financieras y operativas para las empresas, impulsado por técnicas de ingeniería social y suplantación de identidad cada vez más creíbles.
  • Sus consecuencias van mucho más allá de la pérdida financiera: la reputación, el cumplimiento normativo (RGPD, NIS2), la responsabilidad de los directivos y los costes indirectos pueden debilitar la empresa de forma duradera.
  • Una prevención eficaz combina medidas técnicas (MFA, DLP, segmentación) y disciplina organizativa (doble validación, procesos rigurosos, formación continua).
  • En caso de incidente, la rapidez de ejecución es determinante: la alerta interna, el plan de respuesta, las acciones legales y la comunicación controlada son los pilares de una gestión eficaz de las crisis.

Las cifras son alarmantes: el 64 % de las empresas francesas fueron víctimas de fraude en 2023, lo que supone un aumento del 28 % con respecto al año anterior y unas pérdidas medias superiores a 50 000 euros por incidente. Esta explosión del ciberfraude afecta a todos los sectores, desde las pymes hasta las grandes empresas, con técnicas cada vez más sofisticadas alimentadas por la IA: ahora se produce un ataque con deepfakes cada cinco minutos. Este artículo le guía para comprender estos riesgos, prevenirlos de forma eficaz y reaccionar en caso de incidente confirmado.

¿Qué es el fraude electrónico?

Definición

El fraude electrónico se refiere al conjunto de fraudes cometidos a través de medios digitales para perjudicar los intereses financieros de las empresas, traspasando las fronteras geográficas con bajos costes de ejecución para los delincuentes.

Diferencia con la ciberdelincuencia clásica

A diferencia de la ciberdelincuencia tradicional, que tiene como objetivo la alteración o el robo de datos, el fraude electrónico se centra directamente en los procesos financieros y organizativos para obtener un beneficio inmediato mediante la malversación de fondos o la extorsión.

Tipologías principales

Antes de profundizar en las diferentes formas que puede adoptar el fraude electrónico, es útil comprender que forma parte de un panorama más amplio de amenazas digitales. Algunas técnicas están directamente relacionadas con los ataques identificados entre los principales ciberataques de 2025, lo que refuerza la necesidad de conocer bien sus tipologías para protegerse mejor.

  • Fraude en las transferencias: manipulación de los procesos de pago para desviar fondos hacia cuentas fraudulentas.
  • Phishing y spear phishing: phishing generalista frente a phishing personalizado dirigido a empleados clave.
  • Spoofing: suplantación de identidad digital para hacerse pasar por entidades de confianza.
  • Ransomware que aprovecha el fraude: combinación del cifrado de datos con técnicas de fraude para maximizar las ganancias ilícitas.

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Las principales formas de fraude electrónico en las empresas

Los ciberdelincuentes despliegan un variado arsenal de técnicas sofisticadas, cada una de las cuales aprovecha vulnerabilidades específicas de las organizaciones modernas.

Phishing y spear phishing

El phishing tradicional utiliza campañas masivas con cebos genéricos.

El spear phishing adopta un enfoque quirúrgico: los ciberdelincuentes estudian a su objetivo, analizan la estructura organizativa y personalizan sus ataques para obtener una tasa de éxito considerablemente mayor.

Fraude del presidente / Orden de transferencia falsa

Esta técnica, también conocida como fraude del presidente o Business Email Compromise (BEC), aprovecha la jerarquía organizativa: los estafadores suplantan la identidad de un directivo para solicitar una transferencia urgente, alegando una operación confidencial que requiere discreción y rapidez.

Ingeniería social y suplantación de identidad

Este enfoque se aprovecha de la confianza de los empleados recopilando información pública para construir escenarios creíbles. Los estafadores imitan el estilo de comunicación y utilizan la jerga interna para acceder a datos sensibles o modificar datos bancarios.

Compromiso del correo electrónico empresarial (BEC) y ransomware

El compromiso del correo electrónico profesional representa una de las amenazas más sofisticadas. Los ciberdelincuentes se infiltran en los sistemas de correo electrónico, observan los intercambios y actúan en el momento óptimo. El ransomware moderno incorpora elementos de fraude que van más allá del simple cifrado de datos.

Consecuencias del fraude electrónico para las empresas

Más allá del perjuicio financiero inmediato, el fraude electrónico genera un efecto dominó con múltiples y duraderas repercusiones.

Pérdidas económicas directas

Las repercusiones económicas inmediatas suelen ser espectaculares. Las pérdidas medias ascienden a más de 50 000 euros por incidente para más de la mitad de las empresas afectadas. Estas cantidades incluyen transferencias fraudulentas, rescates pagados e interrupciones de la actividad.

Impactos en la reputación

La divulgación pública de un fraude importante puede erosionar de forma duradera la confianza de los clientes, socios e inversores. Casi un tercio de las empresas se plantea romper la colaboración en caso de fraude que afecte a sus socios o proveedores. Esta desconfianza puede traducirse en una pérdida de mercados, dificultades de contratación y una depreciación del valor de la empresa. La reputación construida a lo largo de años puede derrumbarse en pocas horas.

Riesgos legales y normativos

Las empresas víctimas pueden enfrentarse a sanciones reglamentarias, especialmente en caso de violación del RGPD si se comprometen datos personales. Las nuevas obligaciones de la NIS2 refuerzan los requisitos de seguridad y notificación de incidentes. Los directivos pueden incurrir en responsabilidad penal en caso de negligencia grave en la aplicación de medidas de protección adecuadas.

Costes indirectos

Más allá de las pérdidas directas, las empresas deben soportar costes significativos: investigaciones, asistencia jurídica especializada, comunicación de crisis, formación del personal tras el incidente, refuerzo de los sistemas de seguridad y, en ocasiones, reestructuración organizativa. Estos costes pueden representar varias veces el importe del fraude inicial y prolongarse durante varios años.

Prevención del fraude electrónico: buenas prácticas técnicas y organizativas

Medidas técnicas de protección contra el fraude cibernético

La primera línea de defensa se basa en el despliegue de tecnologías de seguridad robustas y complementarias.

  • Autenticación multifactorial (MFA): protección esencial que impide el acceso a las cuentas incluso en caso de compromiso de las credenciales. El uso de aplicaciones de autenticación ofrece una seguridad superior a la de los SMS.
  • Detección de anomalías y DLP (prevención de pérdida de datos): sistemas que analizan el comportamiento de los usuarios y bloquean los intentos de exfiltración no autorizados mediante inteligencia artificial.
  • Segmentación de la red: aislamiento de los sistemas financieros de las redes generales con controles de acceso estrictos para limitar los movimientos laterales de los atacantes.

Medidas organizativas para prevenir el fraude

Las soluciones tecnológicas no son suficientes: la eficacia se basa en procesos rigurosos y una cultura de seguridad compartida.

  • Doble validación de operaciones sensibles: cualquier transacción que supere un umbral predefinido debe ser validada por al menos dos personas autorizadas.
  • Sensibilización y formación periódica de los equipos: formación en técnicas de fraude, simulaciones de ataques y recordatorios periódicos para mantener un alto nivel de vigilancia.

Vigilancia y auditorías internas

Una prevención eficaz requiere una evaluación continua de las vulnerabilidades mediante pruebas periódicas y específicas.

  • Pruebas de phishing: campañas simuladas para identificar a los empleados vulnerables y adaptar la formación.
  • Simulaciones de ataques específicos: reproducción de escenarios de fraude al presidente para poner a prueba la solidez de los procedimientos y revelar las deficiencias organizativas.

¿Cómo reaccionar ante un fraude electrónico confirmado?

A pesar de todas las precauciones, ninguna organización está a salvo de un incidente. La rapidez y la metodología de la respuesta determinan entonces la magnitud de los daños.

Detección y alerta interna inmediata

Todos los empleados deben conocer la cadena de notificación de incidentes, con un sistema de alerta 24 horas al día, 7 días a la semana, y contactos de emergencia específicos para una reacción inmediata.

Activación del plan de respuesta a incidentes

Aislamiento inmediato de los sistemas comprometidos, copia de seguridad de las pruebas digitales y análisis de los registros. Un equipo de crisis multidisciplinar (TI, jurídico, comunicación, dirección) coordina las acciones.

Acciones legales

Presentación rápida de denuncias con conservación de las pruebas, contacto inmediato con los bancos para bloquear los fondos y solicitud de ayuda a las autoridades especializadas (ANSSI, policía judicial).

Comunicación de crisis

Información rápida y objetiva a las partes interesadas críticas, equilibrando la transparencia y la protección de la imagen, y respetando las obligaciones legales de notificación.

Marcos normativos y recursos útiles para luchar contra el fraude electrónico

Normas y referencias

  • ISO 27001 / 27002: seguridad de la información: Marco completo para establecer y mantener un sistema de gestión de la seguridad de la información con controles técnicos y operativos.
  • ISO 22301: Plan de continuidad del negocio: guía para mantener las operaciones críticas en caso de incidente de seguridad grave.

Papel de los actores clave

La lucha contra el fraude electrónico moviliza a un ecosistema de expertos e instituciones especializadas. Estos actores ofrecen un apoyo técnico, normativo y financiero crucial para las empresas.

  • CERT (Equipo de Respuesta a Emergencias Informáticas): Equipos especializados en la respuesta a incidentes de seguridad informática, que proporcionan asistencia técnica, análisis de malware y coordinación en caso de ciberataques graves.
  • ANSSI (Agence nationale de la sécurité des systèmes d’information): autoridad francesa de ciberseguridad que emite alertas, proporciona conocimientos técnicos y acompaña a las organizaciones en caso de incidentes de seguridad graves.
  • Organismos bancarios y seguros cibernéticos: soluciones de prevención sofisticadas y coberturas adaptadas a los riesgos de fraude electrónico.

Ventajas de una conformidad proactiva

  • Mejora de las condiciones de los seguros cibernéticos.
  • Refuerzo de la imagen ante los socios.
  • Reducción concreta de los riesgos de incidentes.
  • Facilitación de la gestión de crisis.

Ante una amenaza que ya afecta al 64 % de las empresas francesas, con un coste medio de 50 000 euros por incidente, la lucha contra el fraude electrónico exige una estrategia global que combine tecnologías, procedimientos y sensibilización continua. Es urgente actuar: auditoría de seguridad, formación de equipos y actualización de los procedimientos de validación financiera para prepararse ante una amenaza que se ha vuelto inevitable. En este contexto, el recurso a editores de soluciones digitales seguras, soberanas y certificadas como Oodrive se vuelve esencial para proteger los procesos empresariales cotidianos y garantizar una gestión de los datos de la empresa que cumpla con los más altos estándares de seguridad.

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